¡EL BRASIL PARA CRISTO,
Y LAS NACIONES PARA EL SEÑOR!
“¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del Señor…”
(Salmos 121.1ss)
Las naciones gimen y se pelean. Se preparan céleremente para una guerra total. Mejor dicho, ella ya existe. ¡Sólo que se mantiene disfrazada, no declarada, esperando la declaración final!
El sol y la tierra oscurecen, entenebrecidos en la desfachatez del corazón y mente de la humanidad contaminada. La rebelión contra Dios. Es el pecado, la ambición llegando a sus límites máximos.
¡El hombre se juzga “dios”!
Pero el Señor afila su espada… (Sl 7.12)
La Palabra apunta para el Grande y glorioso DÍA DEL SEÑOR, cuando los juicios de Dios pesarán sobre todos los pueblos de la Tierra.
Y el Profeta proclama: “Tocad trompeta en Sión, y clamen al Señor en el Monte de mi santidad. Pertúrbense los moradores de la Tierra, porque el Día del Señor viene, Él está cerca. ¡Día de tinieblas, día de nubes y densas tinieblas, porque el Día del Señor viene!”(Joel 2.1-2).
“Proclamen entre las naciones, despertad a los valientes, despertad a los valientes” (Joel 3.2).
Las multitudes claman en las calles, en las plazas y en las avenidas. ¡En busca de soluciones humanas, por una resolución imposible!
Pero los hombres no son dioses…
¡Quebremos los ídolos, y dependamos exclusivamente del Dios Vivo, el Señor, Adonai Elohim! Él es nuestra fuerza y victoria.
¡Sólo el Señor es Dios! ¡Y sólo el Señor salva, liberta, conforta, bendice y da descanso a Su pueblo!
“¡Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra!” (Sl 121.2)
¡A Él toda la gloria!
Pr. Reuel Pereira Feitosa
Presidente de la Obra y Ministerio Peniel
Belo Horizonte, MG/Brasil.
Traducción: Pr. Armando Mayta Capiona.