“Saldrá del altar, que está delante el Señor,

Y hará expiación por él...”

(Levítico 16.18)

El Altar es lugar de sacrificio. Del verdadero Culto a Dios. Culto no existe donde no hay Altar. Cada uno de nosotros es hecho templo, habitación, morada del Espíritu Santo.

El corazón del hombre es el Altar de Dios.

Lugar de perdón. Donde Dios encubre, esconde de si mismo y del propio pecador sus pecados. Dios odia el pecado y por eso lo aparta muy lejos. Lo olvida. No quiere saber de él.

Jesucristo murió por nosotros una única vez y para siempre.

Vivimos en un mundo de pecado. Como no puede librarse de el por sí mismo – ni desea hacerlo – el ser humano va creando escapes, disculpas y justificativas para sus delitos, viviendo ironía y cinismo.

Y todo tipo de males se van agregando. Porque los sentimientos, consciente e inconsciente; personal, colectivo y global sólo se van agravando. Ricos y pobres; príncipes y plebeyos; pueblos y naciones de toda la Tierra van viviendo peligrosa y fatalmente para la muerte.

Existe un solo remedio – la cobertura de la Sangre.

El Antiguo Testamento enseña que “la sangre será puesto sobre el altar y alrededor”. Debe cubrirlo completamente. Porque el Altar es santo. Lugar de la Presencia y manifestación de Dios.

“Las puntas del Altar” se refieren a sus bordes. En ellas usted puede agarrarse, ampararse y afirmarse para siempre.

El Altar de Dios no estremece, no se debilita y nunca deja de purificar. Agárrese al Altar. Fírmese en el. Reciba de la sangre que fluye.

Reciba de la Sangre del Altar hoy. Entre con Cristo Jesús al Lugar Santísimo. Es en Él y por Él que obtenemos eterna redención.

Única esperanza para cada ser humano; y genuina salvación para el mundo perdido que tanto Dios ama. Paz en medio de la guerra; seguridad, en la incertidumbre del mundo; alegría, en la tristeza, y provisión cuando todo falta.

Fluye la Sangre del Altar. Sumérjase, aprópiese de ella.

“Por lo tanto, hermanos, tenemos plena confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, por un nuevo y vivo camino que Él nos abrió por medio del velo, esto es, de su cuerpo (…) siendo así, aproximémonos de Dios con un corazón sincero y con plena convicción de fe…” (Hebreos 10.19,22ª).

Dios te bendiga.

Pr. Reuel Pereira Feitosa

Traducción: Pr. Armando Mayta Capiona

MISIONES GLOBALES PENIEL

«HEME AQUÍ»

«...HEME AQUÍ, ENVÍAME A MÍ...» - ISAÍAS 6.8b

NADA SE COMPARA A LA SUBLIMIDAD

DEL LLAMADO DIVINO PARA SU OBRA.

A PESAR DE LAS LUCHAS Y DIFICULTADES HUMANAS

LA OBRA MISIONERA ES COMPENSADORA.

CADA VEZ QUE USTED OBEDECE A DIOS

HUMILLÁNDOSE A SUS PIES

ÉL USA ABUNDANTEMENTE SU VIDA.

NO IMPORTA LA HORA, EL LUGAR Y EL MODO COMO DIOS LLAMA

LO IMPORTANTE ES ATENDER A DIOS.

EN CUALQUIER PARTE DE ESTE MUNDO SUFRIDO

POR LO CUAL JESUCRISTO DIO SU VIDA.

NO EXISTEN LUGARES MEJORES, PEORES,

MÁS SEGUROS O MENOS CONFORTABLES

SÓLO IMPORTA UNA SOLA COSA, CUANDO DIOS LLAMA,

ÉL INUNDA A USTED CON SUS COMPASIONES.

LA COMPASIÓN MISIONERA ES INCONTENIBLE, INCONFUNDIBLE Y ESTONTEANTE,

Y LLEVA AL MISIONERO A AMAR EL MUNDO MÁS QUE A SÍ MISMO.

CUANTO PEOR ES EL ESTADO DEL PECADOR,

CUANTO MÁS DIFÍCIL ES LA TAREA, LAS LUCHAS Y OPOSICIONES

MAYOR SERÁ LA VALENTÍA, TREMENDA LA DETERMINACIÓN,

PUES INCONDICIONALMENTE ÉL DICE:

“¡HEME AQUÍ!”

Pr. Reuel Pereira Feitosa

NOTICIAS DE BONITO, MS – BRASIL

“Completamos tres meses al frente de la Iglesia Peniel en Bonito, MS. Para gloria de Dios, la Iglesia ha sido bendecida. Los cultos están llenos, los hermanos unidos en el propósito de crecimiento espiritual, personal y de la Obra del Señor.

Iniciaremos en los próximos días una nueva clase de bautismos. Estamos con muchos proyectos y sueños, todos siendo colocados delante del Señor.

Nuestra familia está bien, a cada día adaptándose, de forma bendecida, al nuevo campo.

Hemos trabajado con la Iglesia y también con la Recuperación (…)

Pedí y recibí algunos libros del tema del Congreso – “La Mente de Cristo”. Los hermanos se dispusieron a leerlos para que conozcan del mensaje que el Señor entregó a la Iglesia, a través del Pr. Reuel.

Hemos orado incesantemente por la Obra Peniel en el Brasil y del mundo.

Un gran abrazo y que Dios continúe bendiciendo Su pueblo y toda su Obra. Gislene, Daniela y Gabriela mandan un caloroso abrazo a toda la Iglesia Peniel Sede y especialmente al Pr. Reuel.”

Pr. Alexandre Theodoro, Gislene, Daniela y Gabriela

Bonito, MS - Brasil. Por e-mail, en 21/08/2018

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