«Aquel lugar llamó Jacob Peniel, pues dijo: Vi a Dios cara a cara y mi vida, fue salva”

“Vi a Dios cara a cara y mi vida, fue salva”

Después de la lucha, viene la exultación. La expresión de Jacob es de puro

Reconocimiento y completa gratitud a Dios.

Exultación verdad, había dentro de él un deslumbramiento,

Un estado de éxtasis espiritual, que lo hacía reconocer la gloria del Señor.

El lugar fue marcado para siempre de su corazón.

Los señales de la presencia, acción poderosa y profunda del Espíritu Santo,

Marcaron su vida indeleblemente.

Peniel es más que un lugar –

Es una experiencia interior y profunda que genera un estilo inagotable de vida. Quien experimenta eso, jamás olvidará…

Es una nueva vida explotando dentro de nuestra vida y que jamás se apagará…

El desafío eterno de vivir en Dios y para Dios.

El sol brillaba allá adelante mientras él caminaba.

Él sabía que la luz había, resplandecía día a día,

Más y más, hasta ser día perfecto – inmerso en la gloria de Dios.

Paso a paso, él fue adelante.

Peniel es la historia de la caminada humana,

A través de la finitud creada, irrumpiendo tiempo afuera,

Y penetrando en la Eternidad.

Peniel, donde el hombre ve a Dios y por Él es absorbido.

Es Dios descendiendo, luchando, invadiendo la vida humana,

Quebrando todas las resistencias de ese hijo agitado que somos.

Dios, Padre de verdad, atendiendo nuestros clamores.

Esto es Peniel.

Dios te bendiga.

Pr. Reuel Pereira Feitosa

Traducción: Pr. Armando Mayta Capiona

MISIONES GLOBALES PENIEL

CONGRESO PENIEL 2016

22 a 24 Julio - viernes a domingo - Sede

«YO SOY EL UE SOY»

                Dios está vivo, y atento a los clamores que suben de la Tierra.

En busca de la Iglesia, y la intercesión de los cristianos. Él ordenó a Moisés:

“Diga al pueblo que YO SOY EL QUE SOY”.

Él es todo lo que necesitamos hoy.

¡Un Congreso para este tiempo!

EL ESPÍRITU DE MISIONES

“Y dijo el Espíritu Santo…” (Hechos 13.2b)

La Obra Misionera pertenece al Espíritu Santo.

Él es Su Autor y Supremo Ejecutor.

Dios envió Su Hijo al mundo

Para que el mundo fuese salvo.

El Hijo envió el Espíritu

Para que la Obra de salvación se expandiese.

El Espíritu hace Misiones. Él mueve el corazón de la Iglesia.

Él convierte apasionados a los cristianos

Y los envuelve irremediablemente

Y los compromete con la Redención

Por la proclamación misionera.

El Espíritu indica, prepara, envía,

Sustenta y ejecuta la Obra en el Campo.

Toda Obra Misionera es exitosa

Porque pertenece al espíritu Santo.

Cuando el resultado es infructífero

La responsabilidad es humana.

El espíritu Santo jamás falla.

Si el hombre lo deja operar,

La unción fluirá, las señales, los prodigios,

Los milagros – el gran espectáculo de la salvación.

Estas bendiciones palpables, concretas,

Vistas por todas las personas, testifican de Dios en la Obra.

El misticismo que arrebata no hace Misiones;

Al contrario, confunde, ilude y aliena.

El racionalismo estructura, cristaliza, inmoviliza y mata.

Pero cuando fluye el Espíritu de la Verdad

Todas las cosas son entendidas

Y las multitudes apasionados, amados;

Y la gloria del Señor paira sobre el Tabernáculo.

Salgamos al campo, marchemos a nuevos desafíos

En la convicción y experiencia vivida día a día

De la soberanía del Espíritu en la Obra de Dios.

Ø INGRESE: www.ministeriopeniel.com.br