Y su nombre será Peniel, el rostro de Dios - Génesis 32.30

Cuando queramos lo mejor de Dios para nosotros y para los otros, cambiar es indispensable. Si nada y en nada innovamos, seremos iguales a eso que somos hoy, mañana y para siempre.

Hay personas que detestan cambios. Y jamás se superan. Porque tienen miedo. Se acomodan. Y no tienen visión del presente y ni del futuro.

Jacob estaba mirando más allá de aquella noche oscura. En su mente el sol ya nacía del otro lado del Jaboque.

En su pecho vibraba la esperanza de ese nuevo día. Despreciado, humillado, y temeroso de la justa ira de Esaú, él se rindió a Dios. Buscó al Señor estregándose completamente a su dominio (Gén 32.9-11).

Él sabía quién era su Señor. Conocía a Dios de experiencia propia y estaba convicto de que el Señor jamás fallaría.

¿No fue así en la batalla por el amor de todos los amores de su vida? Luchó, trabajó, se esforzó sin medida por tener a Raquel, y después ¿verse engañado por Labán? ¡No era Lea, era Raquel!

Él enfrentó el desafío. Superó aquella crisis en busca de algo aún mayor. ¡Y a ambos alcanzó!

Por eso decía él al Ángel:

-          “No te dejaré si no me bendices” (Gén 32.26).

-          “¿Cuál es tu nombre?” – preguntaba el Ángel (Gén 32.27).

-          “Mi nombre es Jacob” – Hijo de Isaac, engañé a mi hermano, escapé para el

exilio, escapé de la muerte, serví como esclavo, vencí la dureza de Labán y aquí estoy para vencer y vencer. Soy batallador encarnizado, contra los fantasmas de mi mente y los desesperos de mi alma. No me soporto ser como soy.

            Quiero ser como Tú eres. Te busco con todo mi ser. Quiero tener Tu Espíritu. Vence ahora. Quiebra mi ser. ¡Sólo tendré paz en la bendición que dieres!

            Él venció contra todo y contra todos. Prevaleció solito en aquella noche oscura de su alma, la debilidad de sus sentimientos y la fragilidad de su cuerpo. Porque luchó con Dios y para Dios.

Nada buscaba para sí. Todo de él era para los otros. Nació un nuevo hombre, y un nuevo pueblo con él allí - ¡Lo más fuerte, imbatible y guerrero sobre la faz de la Tierra hasta hoy!

Un hombre superando una “Potencia” – “Isra”, hombre; “El”, Dios – Israel; la determinación de un hombre y el Poder de Dios (Gén 32.28).

“Tu nombre será Peniel” – la Cara de Dios – “No te llamarás más Jacob, mas Israel” (Gén 32.30).

La noche pasó, un nuevo día llegó. Y él atravesó el Jaboque para la plenitud de una nueva vida.

¡Celebremos este gran Día del Señor!

                                                                              Pr. Reuel Pereira Feitosa

En conmemoración al 44º Aniversario de la Obra Peniel

Traducción: Pr. Armando Mayta Capiona

MISIONES GLOBALES PENIEL  

INMENSA  GRATITUD...

A cuantos nos han honrado y bendecido trabajando junto. Éramos jóvenes, el tiempo pasó, pero continuamos aquí cumpliendo la misión que Dios nos dio. Muchas gracias por dedicar su vida, sus recursos, bienes y disponer su amor.

Peniel es una Obra difícil y costosa, pero tiene el precio, la manera y la imagen de nuestro Maestro. Cuando perdemos, entonces ganamos; y si ganamos, son las vidas de millares de brasileros, extranjeros de diferentes nacionalidades, idiomas, culturas y familias alrededor del mundo – gente desconocida que jamás podremos encontrar.

Un día A TODOS VEREMOS CARA A CARA, PODREMOS ABRAZARLOS Y BESARLOS UNO A UNO, EN LA CASA DE NUESTRO PADRE.

No tenemos nada que pedir o cobrar de nadie. A no ser el inmenso amor de Cristo derramado por el espíritu santo en nuestro corazón.

LES AMO, PENIEL – en todos los colores, lugares y diferencias; no importa el estado del Brasil, el país o Continente – Somos un solo pueblo muy amado de Dios.

Prosigamos, hay mucha tierra a conquistar.

Agradezco por apoyarme, comprender, estar junto conmigo – y soportarme durante tantos años. ¡Dios te bendiga!

                                                                                         Pr. Reuel Pereira Feitosa

Un Predicador de la Palabra

44 AÑOS,

¡CELEBRANDO LA GLORIA DE DIOS!

Al Dios de toda la gloria, gloria. A Su santo y Poderoso Nombre, Gloria. Poco más podemos hacer, más allá de reconocer Su Poder, Amor y gran Misericordia para con nosotros. La Obra es grande y compleja, pero el poder del Señor es mucho más. Incontables los frutos, magníficas las grandes bendiciones del Señor. Estamos…., como quién sueña, por todo lo que ha hecho el Señor.     

«LA BENDICIÓN ESTÁ FLUYENDO»

Porto Velho – Rondônia, Brasil

Mucha alegría y santa vibración en la palabra del PrC Samuel Almeida. La Iglesia crece, la asistencia se multiplica y el señor ha operado maravillas. La Obra de Recuperación también sigue bendecida con el Pr. Wesles y el Centro de Recuperación ha pasado por transformaciones. Alabado sea el Señor por los hombres de Dios actuando en Porto Velho. ¡Dios bendiga su Iglesia! – PrC. Samuel Almeida, por teléfono.