“Su venida brillará más que el sol del medio día.”

(Juan 11.7)

La vida del justo es más brillante que el sol al medio día, más refulgente que la estrella de la mañana. Y se expande gloriosa como el brillo de los ojos de Jesús.

Ninguna variedad de sombra, oscuridad, amenaza o miedo pueden ofuscar la luz del Espíritu Santo en su vida.

El justo hace huir la oscuridad, las tinieblas desaparecen.

El mundo yace en tinieblas. Muerto en delitos y pecados. Separado de Dios, en la negrura del odio, de los desesperos humanos y de la falta de amor.

Hay un grito en las tinieblas, una búsqueda incesante de la “luz que ilumina a todo hombre”. “A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Juan 1.11-12).

Las naciones precisan de la luz de Dios, las ciudades, las familias y hasta muchas iglesias. Toda la iluminación artificial de nuestro tiempo, la parafernalia tecnológica y las ilusiones que crían, no satisfacen los anhelos del alma humana por la verdadera luz de Dios.

Se cuenta de un famoso ateo, en Europa, al encarar la realidad de la muerte, clamaba en altos gritos: “Quiero luz, denme luz, preciso de luz…”

¡Él negó a Dios toda la vida y pereció en las tinieblas!

Para ser un hombre feliz, una mujer realizada, un joven integrado a su tiempo y al mundo, necesitamos de la luz de Dios.

El profeta Isaías proclamó: “¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti…!” (Isaías 60.1-2).

Deje de temer las cosas, personas e instituciones. Tema al Señor, tórnese sabio, según la luz de Dios.

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; a perpetua eternidad.” (Daniel 12.3ª). nada encubre, sofoca o apaga la gloria de la presencia de Dios en la vida de un verdadero siervo del Señor.

Cuando Moisés descendió de aquel monte “la gloria del Señor brillaba en su rostro” (Éxodo 34.29). Él no lo sabía, pero todos veían. Él nada buscó para sí, a no ser el propio Señor. Y en ese encuentro su rostro se cubrió de la luz celestial.

La luz de Dios ilumina el camino de los justos, no importa la situación. La enfermedad es superada, el dolor es vencido y toda clase de presiones, abusos, acusaciones y estrategias del enemigo son inmediatamente desechas.

El Apóstol Pablo declaró delante del rey Agripa: “Al medio día, oh rey, vi en el camino una luz del cielo, que excedía al resplandor del sol, cuya claridad me envolvió a mí y a los que iban conmigo…” (Hechos 25.13 y 14). Viva en la luz, en la claridad de la gloria, brillando más que la luz del sol al medio día.

¡Dios te bendiga!

Pr. Reuel Pereira Feitosa

Traducción: Est. Armando Mayta Capiona

MISIONES GLOBALES PENIEL

CONGRESO  PENIEL  BOLÍVIA

14 a 16 de diciembre de 2012

CINE-HOTEL PARIS

PLAZA  MURILLO -  CIUDAD DE LA PAZ

COORDINACIÓN:

MISIÓN PENIEL BOLÍVIA

PENIEL LA PAZ -  MISIONERO MARCOS ALADIM

PARTICIPACIÓN:

PR. REUEL FEITOSA

VISITA  A  LA PAZ, EL ALTO, RECUPERAÇÃO PUERTO PEREZ

(LAGO TITIKAKA) Y NUEVA IGLESIA PENIEL

ÍNDIA

“MUCHA INSPIRACIÓN Y NUEVOS DESAFÍOS”

“El viaje a Orissa (28 de noviembre a 5 de diciembre) fue desafiadora e inspiradora. Cuando decidí ir a Orissa enfrenté muchas resistencias. Yo pretendía ir en la mañana del 28 noviembre, miércoles. En la noche del martes nos reunimos en la casa de algunos hermanos. Volviendo para casa hubo un accidente. Una moto chocó en nuestro auto y el vehículo quedo severamente dañado. Llevé el auto al mecánico el cual me dijo que los reparos del vehículo valían U$2.500,00. Pensé en cancelar el viaje, pero decidí proseguir y partir para Orissa.

Aun estaba viajando de tren cuando recibí el mensaje que mi hija menor, Aroma, de 7 años, estaba enferma y con fiebre altísima. Ya en Orissa, en la mañana de domingo, día 25 de noviembre, mientras estaba preparándome para hacer un culto de bautismo y la reunión, recibí una llamada de uno de nuestros pastores de la Iglesia en Thengumputhoor. Nuestro pastor local dijo que la policía llegó y ordeno que parásemos la reunión. En aquella tarde, quedé enfermo. ¡Muchos son los desafíos!

Es muy difícil viajar entre las aldeas. Mas coloqué todo delante de Dios y Él me dio fuerzas. ‘ nada pude separarnos del amor de Dios ‘ ‘Dios dio su Hijo Unigénito, para que todo aquél que cree en Él no perezca.’ Es nuestra responsabilidad de llevar ese Evangelio hasta los confines de la Tierra.

Pude ver la mano de Dios moviéndose por el campo misionero. Dios nos dio un pedazo de tierra para construir nuestra Iglesia en la villa Gudari. Esa será nuestra base de Misión en Orissa. Algunas personas fueron salvas y llenas del Espíritu Santo. Bautizamos una persona en el rio. Los nuevos creyentes fueron fortalecidos. Tenemos tres misioneros y cuatro Iglesias en Orissa. A pesar de enfermo y cansado. Volví con mucha inspiración para hacer más y más en Misiones.

Por favor, continúen orando para que el Señor nos ayude a construir una Iglesia en Parsonage; cavar un pozo y construir un baño en Gudari. Precisamos comprar tierras para construir, también, en otras aldeas. También precisamos ayudar esos misioneros.

Somos gratos por sus oraciones y apoyo para nuestro ministerio a lo largo de los años. Nuestro objetivo es predicar el Evangelio a todo costo. Gracias, nuevamente, por estar con nosotros. Que el Señor les bendiga. Que el Año Nuevo sea alegre y fructífero para todos.”

Misionero Tom Oothuppan y Familia

Trivandrum,  India. Por e-mail en  07/12/12

INGRESE: www.ministeriopeniel.com.br