Vi a Deus face a face e a minha vida, foi salva.
Gênesis 32:30b
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25 de Abril de 2021
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“No puede el hombre recibir nada a menos que le sea dado del cielo” (Juan 3.27)
Dios te está llamando. No puedes quedarte parado, simplemente lamentando. Pare de llorar y deprimirse. Comience a hacer alguna cosa. Creo que Dios anda cansado de tantas personas en las Iglesias. Los templos llenos de gente interesada en sí misma. La Iglesia está vacía de Dios. El Espíritu Santo o está allá. No habita, no vive allá.
He oído constantemente: “Nadie me valoriza.” “No ven mi capacidad.” “Estoy aquí…” Creo que esos hermanos deberían decir eso a Dios. El problema está dentro de ellos.
Leo en la Biblia que Dios usa a los insignificantes. Él usa los menores (Jueces 6.15). Él los separa, trabaja y usa como quiere. Ministerio no9 se impone a Dios y a los otros. Quien es, es. Dios usa quien, cómo y cuando Él quiere.
Dios no precisa de nosotros, pero nosotros precisamos de Él. Muchos nada quieren con Dios. Simplemente insisten en pedir, pedir y pedir. Nunca se satisfacen.
Cuando leo aquel texto de Gedeón, y los treinta y dos mil, veo la Iglesia de hoy. Un ejército de gente débil, sin fibra y sin compromiso (Jueces 7). Las personas están pensando sencillamente en sí mismas: ¡Cómo vivir mejor, cómo ganar más dinero, cómo tener más comodidad y cómo disfrutar mejor las vacaciones o la vida a dos! Mas gracias a Dios, porque ni todos son así.
“Pedís y pedís y nada recibís, porque pedís mal” (Santiago 4.2-3). El salario que reciben es como un saco roto… el devorador viene y roba.
No adelanta expulsar al “Devorador” como si él fuese la causa de todos nuestros males. Los males están dentro de nosotros. ¡Somos nuestros mayores devoradores!
Más bien que hay excepciones.
Líbrese de eso que está dentro de usted. Vacíese. Dé su vida a Jesucristo, como Pablo hizo en el camino de Damasco (Hechos 9). Como el ciego de Jericó (Marcos 10.46-52). ¿Te acuerdas del naufragio del navío, cuando todo fue lanzado al mar para que se salven las vidas? Fue el poder de Dios que preservó Paulo y los marineros en aquella tormenta (Hechos 27).
Nuestro Dios nunca cambió. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y eternamente.” (Hebreos 13.8).
“No puede el hombre recibir nada a menos que le sea dado del cielo” (Juan 3.27). Entréguese integralmente al Señor. ¡Las bendiciones caerán sobre ustedes!
Dios les bendiga.
Pr. Reuel Pereira Feitosa
Traducción: Pr. Armando M. Capiona
“PONGA LA MANO SOBRE ÉL”
Pero, yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente lo rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?
Él dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?
El Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que debes hacer.
Los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, porque, a la verdad, oían la voz, pero no veían a nadie. Entonces Saulo se levantó del suelo y abriendo los ojos no veía a nadie.
Así que, llevándolo de la mano, lo metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías.
Él respondió: Heme aquí, Señor.
El Señor le dijo: levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso, porque él ora, y ha visto en visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
HECHOS 9.3-12
VRV-1995
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Pr. Reuel Feitosa
Presidente del Ministerio Peniel
QUE EL EVANGELIO SE PROPAGUE...
“Al contrario, si hablamos es porque Dios nos aprobó y nos confió el evangelio. No procuramos agradar a los hombres, sino a Dios, porque prueba nuestros corazones” (1 Ts 2.4).
Meditando en ese texto percibí que Dios separó y confió a nosotros el ir y predicar fidedignamente Su Palabra a toda criatura, hasta los confines de la Tierra. La tarea de propagación, de la diseminación del Evangelio es deber confiado a la Iglesia del Señor Jesús.
En estos últimos meses he visto y oído hablar sobre la propagación y diseminación, no de la Palabra de Dios, mas del EBOLA, en África Occidental. Interesante que por epidemia enriéndese: “ La propagación de algo, o dolencia que se desenvuelve en un local y se dispersa de forma rápida (haciendo víctimas) en un corto intervalo de tiempo.”
Yo quisiera que el Evangelio se esparciese “como una epidemia…” que al envés de oír diariamente que Guiné, Serra Leoa, Libéria, Cabo Verde y Senegal, más un apersona fue “infectada” por esa epidemia letal; se oyese: “ – ¡Más una persona fue salva por Jesús!”
Al envés de oírse que “el EBOLA está fuera de control en algunos países”, que se oyese: “¡La predicación del EVANGELIO está fuera de control en muchos países y la salvación está diseminando por toda África pudiendo llegar a otros continentes!”
Quisiera ver las personas rindiéndose a Cristo, muriendo terrible y rápidamente para el mundo. Y, cuando pregunten cuales los síntomas de esa epidemia, diríamos que las reacciones constantes son testificar, profetizar, curar, cantar himnos espirituales y salvar a los perdidos por medio del Evangelio. Y que por donde andan, contagian a otras personas; y luego estas personas también adquieren las mismas reacciones y síntomas, pues es extremamente fatal. De tal forma se alastra más allá de las fronteras, y ya no se puede contener. “Nada puede parar el operar de Dios.”
Oren por nosotros. Que Dios los bendiga.
Misionera Cleide Elaine
Guiné-Bissau, África. Por e-mail, en 14/09/14
¡CONTINÚAN LAS BENDICIONES EN BOLIVIA!
Pr. Michael comparte excelente noticia: “El pueblo de Dios está creciendo cada vez más en Bolivia. Realizamos muchos bautismos el domingo, día 14. Hermanos de Coloradillo también fueron bautizados. La Misionera Ana Semproniana está muy feliz con las maravillas que Dios ha realizado. Estamos vibrando con las manifestaciones de la Gloria de Dios en la Iglesia.”
REUNIÓN GENERAL DEL MINISTERIO PENIEL
De 28 a 31 de octubre
Sitio Retiro de las Piedras, Ravena - MG - Brasil
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