“Este nos aliviará de nuestras obras y del

trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo”

(Génesis 5.29 )                                                                                                       

La tierra estaba herida como un animal herido. Desolación, espanto y miedo aterrorizaban a la raza humana. Medio narcotizados, siguen su propio camino, olvidados de la senda del Señor.

Hubo un hombre llamado Noé. Integro, recto y temeroso a Dios. El era justo y se destacaba entre sus contemporáneos (Gn 6.8). Y halló gracia ante los ojos de Jehová (Gn 6.7).

Dios usó Noé. Dios lo separó. Dios lo bendijo.

Siempre apareció un escogido. Alguien en quien el Señor se complacía. Una persona de corazón quebrantado en medio de toda la confusión.

El mundo está perdido. La guerra está llegando rápidamente. La aniquilación, el dolor y la muerte.

Millares de personas viven desesperadas, y algunas tan cerca de nosotros. Muy dentro de cada corazón pesa la nube. Apelaciones humanos, tratados, acuerdos y expectativas van desapareciendo.

Los amigos se traicionan unos a los otros; los hijos matan a los padres, los padres destrozan a los hijos. La traición viene escondida entre las palabras, en los discursos elocuentes y hasta en las lágrimas. El odio de la villanía disfrazado entre las promesas deliberadamente sutiles, llenas de engaños.

Los “reyes” de la tierra preparan la fuerza, el foso común ya está abierto para millares de hambrientos desgraciados corriendo en busca de pan… a la verdad, la muerte los espera, ansiosamente celebrando fiestas.

Noé era un tipo de Cristo.

Él prefiguraba las consolaciones del Espíritu Santo.

En estos tiempos difíciles (I Tm 4.1-4) el único lugar seguro y dentro del “Arca de Dios”. Quien no se abriga en ella se ahogará en las aguas que van subiendo.

Cuando Noé “entró en el arca” (Gn 7.7) el libramiento lo alcanzaba, pero el juzgamiento de Dios alcanzaba la humanidad… y aquellas aguas crecieron sobremanera e inundaron toda la tierra (Gn 7.6).

En el arca había consolación. Tranquilidad, esperanza y paz.

Todos nuestros trabajos, fatigas y luchas ciertamente son compensados por la seguridad, alegría y garantías que el Señor nos da.

No importa los acontecimientos allá afuera, y hasta mismo el modo por el cual seamos afectados. “En el mundo tendréis aflicciones, mas tengan buen animo, yo vencí al mundo” (Juan 16.33).

“Y Yo rogaré al Padre, y Él les dará el otro Consolador, a fin de que permanezca con vosotros para siempre” (Juan 14.16).

El Espíritu del Señor está sobre su Iglesia, en la vida de cada verdadero cristiano que anda en el Camino del Señor y teme su Santo Nombre.

Dios te bendiga.

    Pr. Reuel Pereira Feitosa

Traducción: Pr. Armando M. Capiona

MISIONES GLOBALES PENIEL

DIOS EN LA OBRA

“Vengan y vean las obras de Dios…” - Salmos 66.5

El hombre puede ser capaz, inteligente y dedicado,

Pero el Señor es quien hace la Obra

La belleza, la riqueza y la pompa

Jamás pasaron de forma o esplendida apariencia;

Cosas que el hombre, por sí, puede alcanzar.

La dignidad de una Obra de Dios.

El respeto humano no nace de las formas externas,

Mas de la presencia invisible e inconfundible del Señor.

La gloria de una Obra jamás vendrá de manos humanas,

Mas originada en los resplandecientes propósitos de Dios:

Él piensa, Él genera, Él ejecuta y Él sustenta lo que es de Suyo.

Una Obra de Dios puede hasta ser moldeada

A través de la vida de un hombre;

Mas el hombre no es la Obra

Y la Obra no es del hombre;

La Obra es de Dios.

El hombre es solamente el medio por el cual Dios se magnifica

Expresándose por señales y maravillas,

En actos extraordinarios de Su amor.

Toda Obra de Dios es atacada, mas indestructible;

Perseguida, mas imbatible;

Si humillada entre los hombres, exaltada por Dios.

La Obra del Señor no muere jamás

Resurgiendo siempre nueva

Bajo el imperio de Su poder.

Pr. Reuel Pereira Feitosa

SANTA  CRUZ DE LA SIERRA, BOLIVIA

“Que bendición es saludar a todos y anunciar que un nuevo tiempo para nuestra Iglesia en Santa Cruz, Bolivia, está aconteciendo. Este año conmemoraremos nuestro “Congreso de Bolivia” en el nuevo Templo. Iniciamos la construcción el día 15 de junio. Estamos orando y colocando todo en las manos de nuestro Dios, para que todo esté listo para la celebración de nuestro Congreso. Contamos con la participación de todos. Un gran abrazo.” (Fotos en el Site)

                                                                                                          Pr. Michael Mondino

                                                                                Santa Cruz de La Sierra, Bolivia. En 14/08/14

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