Él está viniendo como la lluvia que riega la tierra (Oseas 6.3)                      

Nubes, nubes, muchas nubes pesan sobre la Tierra. Pobres humanos desolados por la tristeza y el dolor. Nubes de miedo, de bombas de horror. Tristezas y vergüenzas, decepciones se amontonan y desilusiones que no se van. Además del vacío de tantas esperanzas abortadas para siempre. Sean de los niños, sean de los jóvenes o de los ancianos.

-        Cosas fútiles, “porque mi pueblo me hizo dos maldades: me dejaron a mí, manantial de

aguas vivas, y cavaron para sí cisternas rotas, que no retienen aguas” (Jeremías 2.13).

               Entonces, el Santo de Dios responde por la boca del profeta Oseas: “Ah, Israel, ¿como podría yo abandonarlo? Mi corazón está conmovido, siento inmensamente por ti” (Oseas 11.8). “Yo no lo destruiría como destruí a Sodoma e Gomorra. Mi corazón duele, tengo inmensa compasión de ti. Jamás lo destruiré” (Oseas 11.8-9).

Yo Soy el Dios Santo, y estoy en medio de mi pueblo (11.9b). Y Oseas proclama otra vez los oráculos de Dios en forma de poesía viva a consolar el pueblo:

“Tan cierto como nace el sol, Él vendrá a ayudarnos; Tan cierto como vienen las lluvias de primavera, para regar la tierra” (Oseas 6.3).

Llueven hoy las lluvias de esperanza, del aroma incitante del futuro y de las grandes promesas de Dios. ¡Basta un toque, un breve aproximarse de Él, a la fragancia de las aguas brotará la vida! (Job 14.9).

Lluvias de salvación, que inundan la Tierra y envuelve a los perdidos. La Tierra será embebida, empapada de la Palabra de Dios, tan fuerte y decisivamente como las aguas cubren el mar (Habacuc 2.14).

-        Y todos se volverán “indisculpables” (Romanos 1.20).

El Señor abrió las puertas de los cielos e hizo llover sobre ellos el Pan de los Poderosos; porque Él hace llover la provisión de lo Alto.

Observe la Lluvia de los Juicios de Dios sobre la tierra de Egipto. Moisés elevó el cayado para el cielo, y el Señor envió truenos, granizo y fuego sobre la tierra. Fuego y granizo mezclados hirieron “muy gravemente” a todo cuanto había en el campo, tanto hombres y animales (Éxodo 9.22-28).

Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel habitaban, nada aconteció! (Éxodo 9.22-26).

La lluvia del cielo preserva Su pueblo, como el orvallo mantiene seco, y después mojado, el vellón expuesto por Gedeón (Jueces 6.37-40).

Grandes lluvias de Justicia, destiladas de las alturas de los cielos proclamadas por Isaías (45.8). Ellas fructifican la salvación, alegría y realización a los pueblos de toda la tierra.

Lluvias benditas que revelan el Maná escondido, el santo alimento de millares de genuinos cristianos (Apocalipsis 2.17).

¡Lluvias, lluvias, lluvias del Cielo! Grandiosas gotas brillantes como cristales se derraman ahora sobre ti.

Hay una nueva unción, un nuevo poder, gracia que cura al más enfermo o renitente pecador.

Entre en la lluvia del Cielo, sumerja en el Horno del Señor donde pasea el “Cuarto Hombre”. Déjese bautizar en el Fuego Sagrado del espíritu Santo.

No, no tenga miedo, no tenga miedo.

La lluvia del Cielo está cayendo, la lluvia del Cielo está cayendo…

-        ¡Sumerja! ¡Sumerja ahora!

Dios te bendiga.

Pr. Reuel Pereira Feitosa

Traducción: Pr. Armando Mayta Capiona.

MISIONES GLOBALES PENIEL

LA VOZ DE DIOS EN LOS ANDES

Peniel La Paz, Bolivia

Grandes bendiciones de Dios en la Región del Altiplano. El Misionero Marco Aladim informa del gran presente recibido del Señor: “Recibimos el desafío de operar un programa de radio, en la 98.4 FM, para la inmensa área de los Andes Bolivianos y Andes Peruanos. Una región densamente poblada, pero de difícil acceso. Altas montañas, caminos tortuosos, frío intenso, rarefacto de la atmósfera y las enormes distancias. Pero la radio llega allá. Y alcanza millares de habitantes en esa inmensa área.

 El nombre del programa será: “FRENTE A FRENTE CON DIOS”, una adaptación a la cultura e idioma local de nuestro “FACE a FACE com Deus”, o “Cara a Cara con Dios, del español. En aymará: “NAYRAKATA NAYRAKATA TAT TUN PEJ”.”

La Sede de la emisión del programa será la Base de la Misión Peniel en Puerto Perez, a las márgenes del Lago Titicaca. La responsabilidad será del Pastor Julio Vargas y del Pastor Alejandro Alanota, bajo la coordinación del Misionero Marcos Aladin.

Agradecemos a Dios por la vida del Pastor Marcos Aladim y su familia, ya hace tantos años en La Paz; Misionero Julio Vargas y Misionero Alejandro y sus familias por la sensibilidad espiritual de unirse para la realización de tan bendecido Ministerio de Evangelización por la radio, junto a la cultura milenar aymará, a lo largo de la Cordillera de los Andes.

Alabamos muchísimo a Dios por tan grande presente del Cielo para la Obra Peniel en Bolivia, el Perú y otros países, y extensiva a todo el mundo. Dios bendiga la Obra Misionera en Bolivia. Gloria a nuestro Dios.

MÁS PUERTAS QUE SE ABREM

Cobija - Bolivia & Brasil

El Presidente Evo Morales, de Bolivia, determinó que se ministrasen  aulas sobre el uso y prevención de drogas en las escuelas y universidades del país. Y Dios, que es muy bueno, abrió una inmensa puerta en la ciudad de Cobija, frontera con Epitaciolândia, en el Brasil, donde actúan nuestros misioneros Armando Capiona, Martha y la hija Jemima, que hace Medicina.

La pareja de Misioneros fueron invitados a ministrar el Curso en la Facultad de Medicina, en Cobija. Ellos están radiantes con la oportunidad y la tremenda bendición de Dios.

Las Misiones Peniel vienen realmente desenvolviendo un tremendo y bendecido ministerio a través del mundo. Sólo el Espíritu Santo sabe, y puede evaluar, los resultados en vidas y vidas alcanzadas, libertas y redimidas por el poder de Dios.

Seamos humildemente gratos al Señor por el privilegio de ser parte de ese bendecido ministerio.

Intercedamos por Armando, Martha y Jemima.

ORACIÓN MISIONERA

SEÑOR, bendiga cada misionero en el Campo. Cubre su familia con Tu brazo fuerte. Renueva las fuerzas físicas y espirituales, y guarda a cada uno de ellos con Tu poder.

Mueve el corazón de los pueblos, quebranta las naciones con Tu Palabra. Y continúa usándolos, sin que jamás se desanimen.

¡Muchas gracias Señor, por todos los que anuncian las Buenas Nuevas!

INGRESE:

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¡UNA RED GLOBAL DE BENDICIONES!